La escudería Williams vivió un fin de semana de terror en San Pablo. Tres accidentes fuertes y dos autos practicamente destruídos fue el balance que le dejó a la escudería la excursión por el Gran Premio de Brasil. Para colmo, Alpine, su principal competidor en el torneo, completó un domingo glorioso, con un segundo y tercer lugar que le permitió despegarse en la Copa de Constructores. En ese sentido, James Vowles, director deportivo de Williams, reconoció que vivieron uno de los peores fin de semana posibles, pero aseguró que no se rendirán.
“La naturaleza de la Fórmula 1 es que podés tener algunos de los sentimientos y resultados más increíbles, así como algunos de los momentos más bajos que podés sentir dentro de un deporte”, explicó Vowles en declaraciones a la página oficial de la categoría. «Y creo que es justo decir que este fin de semana es el segundo de esos dos. Tuvimos tres accidentes increíblemente graves en apenas unas horas de diferencia y tenemos una enorme cantidad de trabajo para volver a controlar la situación antes de ir a Las Vegas en apenas unas semanas», se lamentó Vowles en referencia a lo ocurrido durante el «domingo negro» de su escuadra.
En la Q1, Franco Colapinto golpeó su Williams al salirse de pista al final de la S de Senna, lo que provocó daños en la suspensión delantera, pero los mecánicos pudieron reparar el auto para colocarlo en la grilla de la carrera. En la Q3, el que se despistó fue Alex Albon, que se estrelló en la curva 1 y rompió el auto de tal forma que fue imposible ponerlo en pista para la carrera. Y durante la competencia, otra vez fue Colapinto el que perdió el control de su Williams y lo pegó contra las protecciones, lo que motivó su abandono y otro auto para reconstruir por los mecánicos.
Más allá del presente, el ingeniero británico dejó en claro que la meta pasa por seguir evolucionando con el auto para las próximas dos temporadas, cuando realmente se esperan ver los frutos de su trabajo.“Debemos acudir a cada uno de estos fines de semana ahora y entregar todo lo posible, mientras nos aseguramos de seguir mirando hacia 2025 y 2026 porque, como dije desde el principio, ahí es donde realmente está fijado nuestro objetivo. Se trata de sentar las bases a medida que avanzamos hacia esa etapa de 2026″, explicó Vowles, que igualmente se mostró apesadumbrado por lo sucedido . “Eso no hace que sea menos doloroso. Al contrario, ahora mismo me duele. Pero, en realidad, quería ver esa carrera hasta el final para asegurarme de recordar este día porque no es esto lo que quiero que sintamos en el futuro”.
El avance de los Alpine fue la gota que rebalsó el vaso para un Gran Premio olvidable. «Nuestros rivales, Alpine, fueron rápidos en la carrera, de eso no hay duda», dijo Vowles. «Se merecían esas posiciones y sumaron una gran cantidad de puntos, lo que los colocó nuevamente en una posición muy alta en el campeonato y nos relegó al noveno lugar», se lamentó el jefe de Williams, que igualmente se mostró esperanzado para las tres carreras que restan en el calendario. «Nunca me doy por vencido hasta que llega el momento de rendirse y eso no ocurrirá hasta que estemos en Abu Dhabi y baje la bandera a cuadros. Tenemos dos pilotos rápidos y un coche rápido debajo nuestro», completó, de cara al Gran Premio de Las Vegas dentro de dos semanas.