El fútbol argentino afronta una nueva reestructuración en el comienzo de un nuevo mandato de Claudio Tapia al frente de la AFA, hasta 2028. El campeonato de treinta equipos y la suspensión de los descensos es la enésima modificación que sufre el organigrama del deporte más popular del mundo en la Argentina.
La era profesional que arrancó en 1931 ofreció el sistema más estable desde entonces hasta 1966. El campeonato se disputaba a lo largo de todo el año, desde marzo hasta diciembre, a dos vueltas. Fueron los años de preeminencia de los llamados «cinco grandes». En esos 36 años, los títulos se los repartieron River, Boca, Independiente, Racing y San Lorenzo.
Nacional y Metropolitano
La primera gran revolución vino de la mano de Valentín Suárez, el interventor de la AFA que colocó la dictadura de Juan Carlos Onganía. Con la idea de querer federalizar el campeonato, Suárez liquidó el sistema del torneo anual y armó dos campeonatos: el Nacional y el Metropolitano. En rigor, este último era el antiguo campeonato anual y reunía, como se hacía desde 1931, a los equipos afiliados en forma directa a la AFA. El Nacional aglutinó a los equipos afiliados de forma indirecta, lo cual permitió la llegada de los cuadros cordobeses, como Talleres, Belgrano e Instituto.
El sistema creado por Suárez duró entre 1967 y 1985 y permitió que equipos de los llamados «chicos» disputaran la primacía de los cinco más convocantes. Así, el primer campeón del Metropolitano fue Estudiantes de La Plata, que rompió la hegemonía de los «cinco grandes». Vélez, Chacarita, Rosario Central, Newell´s, Huracán, Quilmes, Ferro y Argentinos Jrs. pudieron campeonar en esos años, en los que se dio, por primera vez, el descenso de equipos grandes: San Lorenzo en 1981 y Racing en 1983.
La era Grondona
En el medio, había llegado Julio Grondona al sillón de presidente de la AFA. El caudillo de Arsenal de Saraní arribó en 1979 y lo sacó la muerte en 2014. Fue el encargado de acabar con la herencia de Suárez, en 1985. Antes, apenas asumido, había mostrado su muñeca con la Resolución 1309, a fines de 1979.
Sucedió que el presidente de Talleres, Amadeo Nuccetelli, pujó para que los equipos de Córdoba, Mendoza, Tucumán, Santiago del Estero, Salta y Jujuy no fueran afiliados indirectos y así poder jugar el Metropolitano. Talleres era un equipo de enorme convocatoria (había perdido la final del Nacional de 1977 contra Independiente, el célebre partido de las tres expulsiones en el Rojo; y se considera que ese triunfo deportivo definió que fuera Grondona y no Nuccetelli quien rigiera los destino de la AFA). Grondona planteó un ardid con la 1309, por la cual solamente Talleres pasó a jugar el Metropolitano, en detrimento de los demás clubes. Así, se desarmó el frente que había armado Nuccetelli.
Con la reforma de 1985 nació el Nacional B, con 22 equipos. Todos los torneos comenzaron a disputarse al modo europeo: de agosto a mayo, a dos ruedas. En la Primera División, esto se mantuvo hasta 1990. A partir de ese año nacieron los dos torneos cortos, el Apertura y el Clausura, a una rueda, todos contra todos. Dos campeones por año en torneos de 19 fechas. En 2000 llegó el sistema de la promoción, que permitió un eventual tercer ascenso a la máxima categoría, y fue con este sistema que se produjo el descenso de River, en 2011.
Tras la muerte de Grondona, se respetó su última decisión: tener un campeonato de treinta equipos. Nadie se animó a ir en contra de una metodología que no se usa en ninguna liga sria del mundo. El fútbol tricampeón del mundo osciló desde 2014 en la cantidad de participantes, pero nunca se volvió a la lógica de la competición de veinte equipos. Y ahora se reafirma el regreso de los treinta participantes.
Los promedios
A todo esto se suma otro componente que nunca dejó de ser polémico: los promedios para el descenso. Nacieron en 1957 y se computaron los puntos de las dos temporadas anteriores, divididos por la cantidad de partidos. El sistema fue visto como armado para beneficiar a los grandes: de hecho, Boca estuvo a punto de perder la categoría en 1949.
El sistema de promedios sufrió modificaciones. En 1966, se suspendieron los descensos a falta de una fecha, lo cual benefició a Colón de Santa Fe. Después se armaron torneos reclasificatorios, cuya máxima expresión fue el cuadrangular de 1979 entre Platense, Chacarita, Atlanta y Gimnasia y Esgrima La Plata. El ganador se salvaba del descenso, y los otros tres se iban a la B. Se salvó Platense.
Para entonces no regían los promedios, que volvieron a considerarse tras el descenso de San Lorenzo. Tras la pérdida de categoría de Racing, la AFA impuso en 1984 el sistema vigente, que computa las tres últimas temporadas. Tapia mantiene esa lógica, pero con la potestad de suspenderlos, como ha sucedido.