Luego del apriete de la barra brava sufrido durante la semana por el plantel y cuerpo técnico, Independiente goleó 3-0 este martes a Unión de Santa Fe en Avellaneda, por la fecha 21 de la Liga Profesional.
De entrada, Spörle probó desde afuera a Cardozo y a partir de ahí el juego se amesetó, con la visita que exhibía demasiada tibieza y el local que era empujado por su gente.
Hasta que tras una buena recuperación en campo propio, Santiago Montiel sacó un centro milimétrico desde la izquierda y Gabriel Avalos facturó con un cabezazo de sobrepique.
Más tarde, con una ocasión desperdiciada por el propio Avalos y un cabezazo del chileno Loyola que Cardozo pudo despejar, el local estaba más cerca de aumentar que Unión de igualar.
Pero antes del descanso pasaron dos cosas: se lo perdió Mauro Pittón tras mandarla muy arriba y Nicolás Paz se fue expulsado por doble amarilla.
El «Kily» González metió mano en el Tatengue, que aun con un jugador menos exhibió una levísima mejoría, y hasta tuvo insinuaciones con Roldán y Balboa, pero Orsini no terminaba de enchufarse.
El Rojo misteriosamente se había replegado demasiado, hasta que volvió a ponerse en sintonía con un disparo de lejos de Avalos y las peligrosas incursiones en ataque de Lomonáco.
Entonces el ingresado Gerometta se llevó puesto a Avalos y de paso le aplicó un pisotón dentro del área. El árbitro Echavarría, previa consulta con el VAR, pitó penal que Montiel -dado que el paraguayo Avalos estaba muy sentido- cambió por gol.
Unión se resignó e Independiente pudo aumentar sobre el final con el ingresado Ignacio Maestro Puch para volver a sumar de a tres y desatar la alegría en su gente en una semana convulsionada.