Esta medida, oficializada a través de la Comunicación «A» 8092, obliga a las entidades financieras a garantizar que todos los cajeros automáticos habilitados y operados en el país permitan a personas, tanto humanas como jurídicas, realizar extracciones de hasta ese monto sin importar si son clientes o no, y sin distinción del tipo de cuenta.
Este cambio representa un significativo aumento en los límites de extracción, especialmente en comparación con los topes anteriores. Por ejemplo, en la red Banelco, el límite máximo para no clientes era de $40.000, ahora incrementado en un 50%, mientras que en la Red Link, los usuarios de bancos privados podían retirar hasta $15.000, un monto que ahora se eleva en un 300%.
Aunque algunas entidades financieras ya habían implementado aumentos en los montos de extracción de manera anticipada, con límites que pueden llegar hasta $200.000 o incluso $400.000 para clientes en cajeros propios, esta nueva disposición estandariza y amplía el acceso a mayores cantidades de efectivo para todos los usuarios, independientemente de su relación con el banco o la red de cajeros que utilicen.
La medida responde a la necesidad de facilitar el acceso a efectivo en un contexto de alta inflación y ajustes económicos, y busca homogeneizar las condiciones de uso de los cajeros automáticos en todo el país.
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