«Con Franco trabajamos en vivir el presente, dando lo mejor» | Diálogo con el psicólogo Gustavo Ruiz sobre su relación con Colapinto



El galopante crecimiento de Franco Colapinto, asimilando las diferencias de la Fórmula 3 a la Fórmula 2 y, repentinamente, a la Fórmula 1 marcó al argentino de 21 años como un caso de excepción. No es habitual que las oportunidades aparezcan de tal forma y, mucho menos, que la adaptación sea natural al cumplir el sueño de su vida, como refleja el joven que conduce bajo el ala de Williams Racing. Para que sea posible, las habilidades y condiciones son potenciadas con un cuidadoso plan de psicología deportiva que permitió anticipar su aparición en la F1 y visualizar el contexto. Sobre el arte de la seguridad mental en el deporte habló Página/12 con Gustavo Ruiz, la persona detrás de Colapinto y el suceso que cautivó al mundo.

Se conocieron una década atrás, con Franco corriendo karting. Los padres del piloto mostraron interés en trabajar las áreas mentales y comenzar los encuentros, presenciales primero y de forma virtual cuando Franco fue a vivir a Europa. «Si Franco, o yo, vemos que hay una necesidad de conversar un punto específico o generar una herramienta de afrontamiento por algo inesperado, lo hacemos», contó Ruiz, que está a disposición del deportista durante el fin de semana de carreras. Estudió en la Universidad de Belgrano, con especialidad en psicología clínica y new master en psicología de la actividad física y el deporte. Toda vez que Colapinto corría un campeonato Gustavo veía el torneo superior para preparar el próximo paso: «Tengo que estar al tanto de los circuitos y el manejo de los rivales, porque toda información sirve para lo que pudiera surgir». Y eso fue exactamente lo que sucedió.

Franco se comportó de manera hiper profesional en San Pablo

–¿Los tomó por sorpresa la F1?

–Tienen que confluir un montón de factores, pero no podemos esperar a que confluyan para poder trabajar. Desde la psicología hemos trabajado siempre con ese objetivo, para que Franco, sí es que estos factores confluyen, esté preparado para estar en la F1. También el psicólogo del deporte tiene que estar actualizado, no me puede agarrar desprevenido, para brindar a Franco lo mejor de mi profesión.

–¿Cómo evalúas a Franco en el ascenso de F3 a F2 y F1?

–Está mostrando sus capacidades y habilidades, su potencial y su talento, como trata de manejar la presión, las frustraciones, los momentos no tan buenos que ha pasado y aquellos momentos grandiosos a nivel competitivo. Cada vez se fortalece más y esto lo hace un candidato, ya todo el mundo cree, para un asiento en el 2025.

–¿Cómo maneja la exposición a críticas y elogios?

–Los que estamos en el deporte de élite sabemos que esto sucede. Franco ha tenido, y tiene, una repercusión por su talento natural y también por un carisma que provoca esto en las personas, seguidores, fans. Por otro lado está la necesidad, como país fierrero, de tener a alguien en la máxima categoría del automovilismo, un deporte en el que se va al límite, donde a veces las cosas pueden salir y a veces no. Los elogios son lindos, llenan el alma, pero siempre con los pies en la tierra. Va a tener críticas, algunas constructivas y otras despiadadas pero, también, con los pies en la tierra y enfocado en los objetivos. Así sobrellevamos las dos dinámicas, cuando te suben arriba como si fueras Lionel Messi y cuando las cosas no salen, como en San Pablo, tampoco es el peor y no sirve para esto. Lo tiene claro y lo que hacemos es analizar, aprender y seguir.

–¿Cómo se recupera del accidente y abandono en Brasil?

–Tuve la oportunidad de estar en San Pablo. Fue un fin de semana en el que se dieron muchas cosas, más allá del condimento de la lluvia, la cantidad de gente que había le parecía una locura y se divertía, lo llenaban de energía. Por eso se lamenta de no poder haberles dado lo mejor, pero lo intentó. Hemos pasado estas situaciones –no en el nivel de la F1– y sabíamos que en algún momento podría llegar a pasar. La recuperación en el alto rendimiento está en pasar rápido, se necesita el poder de reversibilidad para dar vuelta la página, aprender de lo que pasó, reforzar lo positivo y enfocarse en Las Vegas. Si queda enganchado en lo que no salió no puede seguir progresando.

–¿Cómo vive la negociación de su futuro en la F1?

–A cualquiera le puede generar estado de intriga pero trabajamos mucho en vivir el presente dando lo mejor. Siente y percibe todo, pero tratamos de que quede a un costado, cada uno cumpliendo su rol. Franco descansa en la tarea de sus mánager, que están haciendo un trabajo excelente. Está al tanto de las cosas que se dicen, las probabilidades que pueda llegar a haber, pero intentamos que no salga de foco. Mientras nosotros hacemos esta nota él está en el simulador de Williams con el foco en Las Vegas.

La imagen general de Colapinto en el paddock generó el interés de la propia F1 y los equipos, incluso aquellos que tienen pilotos contratados, consultando los planes de Williams. Del 1 al 10, las chances de Colapinto ascienden a 20, advirtió esta semana con seguridad María Catarineu, mánager de Franco junto a su esposo Jamie Campbell-Walter, en el programa «Campeones». El mapa de equipos y pilotos parece completo pero el posicionamiento es tal que podrían reordenarse las butacas. Sin embargo Franco, velozmente, trabaja para correr dentro de dos semanas en las calles de Las Vegas.



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