Boca: Brey tuvo su partido soñado en una noche romana en el Coloso | El joven arquero atajó cuatro penales en la definición con Gimnasia



Boca empató 1-0 a Gimnasia y Esgrima de La Plata en un partido correspondiente a los cuartos de final de la Copa Argentina, disputado en Rosario. 

El gol para los dirigidos por Fernando Gago lo convirtió el defensor Aaron Anselmino, a los nueve minutos del primer tiempo, e igualó Rojo en contra para los platenses.

El duelo se vio opacado por los incidentes ocurridos antes del inicio del segundo tiempo, que protagonizaron hinchas de Boca, de Gimnasia, y también la policía rosarina. El presidente Juan Román Riquelme tuvo que intervenir con los barras, para que la calma pudiera regresar y el encuentro reanudarse.

Cuando los equipos estaban en la cancha para el segundo tiempo se desató el caos. Desde la bandeja superior de una de las plateas, donde había hinchas de Boca, comenzaron a arrojar butacas al sector donde se hallaba el grueso de los fanáticos de Gimnasia, que intentaron romper un alambrado para generar un enfrentamiento. 

Esa actitud provocó que la barrabrava de Boca derrumbara un portón y se pasara a la platea, lo que generó un cara a cara con los policías apostados en el cordón. Juan Román Riquelme, presidente de Boca, llegó al lugar para pedirle a la barra que retrocediera.

Enardecidos, los fanáticos de Gimnasia comenzaron a sacudir el alambrado y a lanzar carteles del otro lado. Ante la efervescencia, la policía disparó postas de goma y algunos cartuchos de gases lacrimógenos. Allí, los jugadores se acercaron a la platea para evitar que siguiera la reacción; incluso algunos patearon algunas pelotas a los oficiales y se acercaron a las tribunas para pedir calma.

Pero todo empeoró. La barra de Boca, ante el intento de invasión de los de Gimnasia en un sector que ocupaban seguidores auriazules, tiró abajo un portón y se metió en la platea, con el fin de cruzar la cancha y llegar frente a frente con sus adversarios. Pero se topó con el cordón. En consecuencia, empezaron a volar proyectiles hacia las autoridades, que respondieron con gases y postas de goma.

Riquelme irrumpió en la platea y se puso entre la barra y la policía. Acompañado por Raúl Cascini y Mauricio Serna, con gestos le pidió a los violentos que volvieran a su lugar. Luego de varios minutos de charla, lo fue consiguiendo, más allá de que la tensión continuó. Impresionante. El árbitro Baliño entendió que estaban las condiciones para seguir y se inició la segunda etapa.

Cuando se jugaban 66 minutos, el arquero de Boca salió mal a cortar un tiro de esquina, la pelota lo superó, rebotó en la espalda de Rojo y se terminó metiendo adentro del arco. A partir de ese momento ninguno de los dos pudo desequilibrar, a pesar de que Boca estuvo un poco más cerca de convertir, y todo desembocó en los penales, donde Brey fue más que héroe: atajó nada menos que cuatro y Boca ganó 2-1.



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